viernes, 30 de enero de 2009

TEMPUS GLORIAE

Hoy voy a contaros mi momento de GLORIA (problamente, el único que he tenido).
El hecho se remonta al año 1979. Se celebraba la Fiesta de Fin de Curso en el "Colegio Nacional Claudio Moyano", sito en la chamberilera calle de Cea Bermúdez, donde el menda estudiaba.
Pese a tratarse de un colegio que se autodenominaba "NACIONAL", la atracción estrella de la fiesta no fue una novillada como cabría esperar, sino los también clásicos partidos de fútbol entre cursos : 5º contra 6º, y como colofón 7º contra 8º (todos ellos de la desaparecida E.G.B.).
El equipo de 5º (unos enanos de apenas 11 añitos) estaba formado por "Bertoni" en la porteria ; defensas, Paquito (más por colegueo que por aptitud), Ramón y Carlos Júlvez ; en la media, Blanco, Nacho, Feito ; y en la delantera, Tomás Velasco y Armando Muñoz.
Cuando este equipo saltó a la cancha (un patio de arena de una longitud algo mayor que un campo de futbol-sala), la grada estaba "petada" de compañeros de otros cursos, profesores, familiares y amigos, la gran mayoría (por no decir todos) a favor de los más pequeños, los a priori más débiles... nosotros.
El baño fue de escándalo, ganamos 2-0, todo ello entre cánticos, ovaciones y olés. Los goles, de Tomás y de Muñoz, este último con la rodilla tras un jugadón por la banda de Blanco.
Al acabar el partido, entrega de la correspondiente copa (actualmente en las vitrinas del cole, junto a otras muchas ganadas por casi los mismos jugadores) y, como casi siempre, dos aspectos a destacar : el desagradable : un jugador contrario (actualmente colega, con el que comparto grada en el Calderón) no asimiló la derrota y se "canteó" escupiéndo en la copa ; el tierno : el equipo entero se trasladó al domicilio de su profesor, don Luis, a dedicarle el triunfo, ya que por esas fechas se encontraba de baja por enfermedad (piedras en el riñón, recuerdo).
Puede parecer una gilipollez, pero ese día me sentí el tío más importante del mundo, querido, reconocido, ovacionado, exaltado... lo que se viene a decir, TOCAR LA GLORIA. No me equivoco al afirmar que las sensaciones fueron las mismas que las que Torres ha debido sentir al ganar la Eurocopa y celebrarlo en Colón, o cualquier otro deportista/artista que logra un gran objetivo.
B&B
PD.- Merche dice que la única gloria que me ve, es la que me llevo cuando la dejo en paz.

2 comentarios:

Txema dijo...

Esos pequeños triunfos del pasado... hay que disfrutarlos pues intuyo primo... que como a un servidor... las glorias deportivas posteriores han sido pocas (a pesar de algunos títulos de tu Atleti)... El momento entrega del trofeo al profe me recuerda a la película de Parchís cuando le cantan la canción a Don Matías.... menudo frikismo!!!

Anónimo dijo...

Al menos eres digno y reconoces que lo metiste con la rodilla ,no como Rubén Cano que lo metió con la espinilla y dijo que le había dado con el emepeine para que no se le fuera alto. Grande Muñoz.
PD. Apuesto al Tomás o al Dominguez por el del escupitajo...
ELJUANMA