jueves, 13 de noviembre de 2008

CHOCHEOS DE LA EDAD

Cuando era joven, la mañana de Año Nuevo, uno se levantaba a mear con una resaca de la hostia, y veía en el salón de casa la tele encendida con los dichosos saltos de esquí.
Pese a ser un deporte espectácular, la verdad es que, en esa época, a uno le traía sin cuidado.
No así a mi padre, que los veía ensimismado, además de controlar las diversas categorias, saltadores, paises más punteros, etc... "¡mira, mira! este finlandés que va a saltar ahora es el campeón del año pasado y plusmarquista mundial". Uno volvía a la cama hecho polvo, no sólo por los temblores segovianos (del DYC), sino por la frustración de considerarse un puto ignorante en lo que a deportes de invierno se refiere.
Hay cosas que te van interesando a medida que te haces mayor.
Empiezas con los telediarios, enlazando unos con otros, y tragándote hasta el Tiempo. Te interesa no sólo el frio que hace en Segovia que a lo mejor, con un poquito de suerte, aterrizas allí el finde para comer cochinillo, sino que también te preocupa la borrasca que planea sobre el norte de Polonia, y que te la repanfinfla.
Es curioso, porque por la noche en la taberna siempre hay alguién que comenta los 20 grados bajo cero que ha hecho en Varsovia, y tú (más ancho que largo) te explayas y argumentas las incidencias metereológicas de la zona.
Tengo miedo de ver qué otros "chocheos" me esperan. Para empezar, estoy ansioso de ver el día 1 de enero al suizo ANDREAS KUETTEL, que el año pasado lo flipó.
Besos y Birras (B&B)
PD.- Merche, si tienes intención de ir mañana a Copenhage, ¡abrígate que va a helar!


3 comentarios:

Txema dijo...

Di que sí primo. Yo me tragaba los saltos de esquí siempre hasta los 15 años pero además tenía que soportar los valses de Strauss del Concierto de Año Nuevo... Buff... En mi época Matti Nikkaynen era el number one con sus saltos de 95 metros mientras un españolito que pululaba por ahí pasaba justito de los 70. Qué tiempos!!!

Anónimo dijo...

Ja ja ja... yo también recuerdo los saltos de esquí con un terror acojonante. En cada salto me temía el hostión del susodicho, creo que eran las resacas...lo güeno es que siempre me grababa el especial de Martes y Trece en VHS y era capaz de verlo 30 veces hasta aprenderme todos los diálogos !!

Anónimo dijo...

Ya veo que las resacas del 1 de enero las hemos vivido todos igual con los dichosos saltos de esqui y el concierto de año nuevo.
y por cierto lo del chocheo con la edad pues siii...., yo creo que acabamos todos chocheando un poco y entendiendo a nuestros padres más cuanto más "viejos" nos hacemos.